sábado, 18 de octubre de 2008

PΞnsam¡Ξntos en vo0oz AltA: ... cuanto + conozco a la gΞntΞ ...

... ... más les* quiero aún.


*(κύων /cyōn/; Canis lupus familiaris; ...)


Tecleo "condición humana" en google (i googled it, me encanta lo práctico y maleable que puede llegar a ser el inglés...), a lo que iba, le doy a intro y la primera de la lista es, por supuesto, la Wikipedia, que cito textualmente a continuación: término que abarca la totalidad de la experiencia de ser humanos y de vivir vidas humanas. Como entidades mortales, hay una serie de acontecimientos biológicamente determinados que son comunes a la mayoría de las vidas humanas, y la manera en que reaccionan los seres humanos o hacen frente a estos acontecimientos constituye la condición humana.


Vale, pero ya en segundo lugar aparece mi querido: Jean-Paul Sartre, condición humana, filosofía contemporánea..., donde yo quería llegar. Sé que hubiese sido más rápido teclear "Sartre" en vez de "condición humana", pero tenía curiosidad por el googlerank (¿lo dirán así los angloparlantes?) en el que aparecía al teclear el objeto directo y no el sujeto..., en fin, otro pensamiento más en vo0oz alta ...


Sartre considera que no existe la o naturaleza humana. Para él el ser humano en su origen es algo indeterminado, y solo nuestras elecciones y acciones forman el perfil de nuestra personalidad.

El ser humano nace libre, responsable y sin excusas, sentenciaba: está condenado a ser libre, pero también se crea libremente los condicionamientos y los obstáculos cuando los proyectos previamente trazados son erróneos. De la libertad derivan varias implicaciones, por ejemplo la responsabilidad, en donde el ser humano es plenamente responsable del modo de ser que va adquiriendo a lo largo de su existencia. De alguna manera la libertad resulta incómoda, debido a que hay que saber qué hacer con ella, por lo tanto será la causa de una gran angustia.

El existencialismo no cree en normas generales válidas para todos, no tiene un sentido de referencia o sea que la persona bajo su responsabilidad debe crear sus propias normas. Cuando realiza una elección, tiene inseguridad si es buena o mala, por lo tanto va acompañada de angustia. Puede suceder que ante este miedo a la angustia que produce una elección, ésta trate de engañarse a sí misma depositando la responsabilidad sobre algo ajeno, ya sea Dios, el ambiente o la herencia; a esto Sartre lo denomina la mala fe.


Frente a la mala fe, Sartre propone la autenticidad como guía de conducta, que consiste en aceptar a la libertad, la angustia y la responsabilidad.

Pero Sartre irá más allá, diciendo que el ser humano es un ser absurdo ya que ni el nacer ni el morir tienen sentido. Lo absurdo de la existencia produce el sentimiento de náusea, sentimiento que se experimenta hacia lo real cuando la persona toma conciencia de que todo es absurdo ...
...y después de todo esto (y un bizcocho), disculpen si ofendo pero:



¡¡NADIE TIENE EXCUSA ALGUNA!!



Y aprovecho para lanzar otro pensamiento certero de mi querido Jean-Paul: Desconfío de la incomunicabilidad; es la fuente de toda violencia...


...¡y en verdad que hay personas IN-CO-MU-NI-CA-BLES perdidas!

Diógenes de Sínope (en griego Διογένης της Σινώπης) (Sinope, ca. 412 a. C. – Corinto, 323 a. C.), también llamado Diógenes el cínico, uno de los filósofos más famosos de la escuela cínica.
La escuela cínica fue fundada en el siglo IV a.C. por el filósofo Antístenes, quien originariamente fue seguidor de las ideas socráticas. Al parecer, su nombre deriva del término griego kynos (perro o perruno). Según algunos historiadores, fueron llamados así por sus formas extravagantes de vida, ya que rechazaban las costumbres sociales mayoritarias y los convencionalismos. Según otros, porque Antístenes enseñaba su doctrina en un gimnasio situado a las afueras de Atenas que recibía el nombre de Cinosargo.
Tomaron como modelos a la naturaleza y a los animales, los adoptaron como ejemplo de autosuficiencia y, basándose en ello, propusieron un modelo de comportamiento ético considerado fundamental para alcanzar la felicidad, aunque esto solo era posible mediante una rigurosa disciplina física y mental:

- El sabio debía seguir en todo los dictados de la vida natural: sencillez, naturalidad, frugalidad, renuncia a las riquezas y a los honores...
- Su objetivo en la vida debía ser la autarquía o autosuficiencia, es decir, el bastarse a sí mismo sin pretender nada que no ofreciera la propia naturaleza. De ahí su insistencia en el autodominio de los deseos no naturales.
- Se mostraban contrarios a los usos sociales y a los convencionalismos, porque los consideraban artificiales y contrarios a la virtud natural.
- Se declararon ciudadanos del mundo (al parecer, el término ‘cosmopolita’ fue inventado por Diógenes), rechazando los nacionalismos y las patrias.
- En numerosas ocasiones llevaron a cabo actos de insumisión o de desobediencia legítima, en contra de leyes sociales que ellos consideraban injustas. De igual modo, se pronunciaron a favor del pacifismo y del antimilitarismo.
- Dieron una importancia capital a la educación, no desde la perspectiva académica, sino desde los modelos de su propia vida, que ellos consideraban profundamente moral y contraria a la hipocresía de otras normas sociales vigentes en su tiempo.
- Proclamaron la igualdad de todos los seres humanos, independientemente de su origen, nacimiento o condición social. En ese sentido, fueron claros partidarios de la abolición de la esclavitud y de la igualdad social de las mujeres. En resumen, defendieron la igualdad social mediante el retorno a la naturaleza.


Las obras de los primeros cínicos no se conservaron, por lo que hoy se conocen en gran parte por dichos y anécdotas, que fueron transmitidos en forma de colecciones, la más usada es la de Diógenes Laercio, referencia fundamental para el estudio no sólo de los cínicos, sino de gran parte de la filosofía anterior a su autor. Utilizaron recursos literarios diversos donde no faltan la parodia, la sátira, la anécdota o la burla, pero siempre de forma escandalosa y provocadora.

Diógenes, el filósofo griego se encontró con Alejandro Magno cuando este se dirigía a la India. Era una mañana de invierno, soplaba el viento y Diógenes descansaba a la orilla del río, sobre la arena, tomando el sol desnudo... Era un hombre hermoso. Alejandro no podría creer la belleza y gracia del hombre que veía. Estaba maravillado y dijo:
“Señor...” - jamás había llamado “señor” a nadie en su vida- “...señor, me ha impresionado inmensamente. Me gustaría hacer algo por usted. ¿Hay algo que pueda hacer?”
Diógenes dijo: “Muévete un poco hacia un lado porque me estás tapando el sol, esto es todo. No necesito nada más.”
Alejandro contestó: “Si tengo una nueva oportunidad de regresar a la tierra, le pediré a Dios que no me convierta en Alejandro de nuevo, sino que me convierta en Diógenes”.
Diógenes rió y dijo: “¿Quién te impide serlo ahora? ¿Adónde vas? Durante meses he visto pasar ejércitos ¿Adónde van, para qué?”.
Dijo Alejandro: “Voy a la India a conquistar el mundo entero”.
“¿Y después qué vas a hacer?”, preguntó Diógenes.
Alejandro dijo: “Después voy a descansar”.
Diógenes se rió de nuevo y dijo: “Estás loco. Yo estoy descansando ahora. No he conquistado el mundo y no veo que necesidad hay de hacerlo. Si al final quieres descansar y relajarte ¿Por qué no lo haces ahora? Y te digo: Si no descansas ahora, nunca lo harás. Morirás. Todo el mundo se muere en medio del camino, en medio del viaje”.
Alejandro se lo agradeció y le dijo que lo recordaría, pero que ahora no podía detenerse. Alejandro cumplió su destino de conquistador, pero no le dio tiempo a descansar antes de morir...




ni posmoderno ni romántico--olvidemos pues lo que manda la tradición las normas poéticas y el buen gusto--- funcionemos intelectualmente al margen de lo que nadie pueda esperar---a fin de cuentas no es sino una búsqueda total de libertad---quién ha dicho que la poesía es con rima y con sílabas contadas--- la cuadernavía es un tipo de estrofa que ya se quedó vieja en la edad media-era la usada por el mester de clerecía-- no veo por dónde se explica su uso---miremos hacia adelante o al menos hacia el interior de cada uno

Título: poesía cínica
Fecha: 04/08/2004
Email:
hectorsalado@yahoo.es